La terapia con láser de baja intensidad (LLLT), también conocida como láser frío o fotobiomodulación, incorpora los efectos terapéuticos de diferentes radiaciones, incluida la luz infrarroja de banda ancha y la luz roja visible, para ayudar a las células vivas.
La LLLT puede ser eficaz en situaciones en las que el tejido se ha inflamado. La inflamación del tejido es causada por una microcirculación reducida que cambia la cantidad de suministro de sangre a las células, lo que resulta en una lesión tisular. Cualquier influencia que pueda acortar la duración del estado de suministro sanguíneo reducido tendrá un efecto beneficioso sobre el curso de la enfermedad y el dolor que la acompaña.
LLLT puede mejorar la microcirculación, lo que elimina los productos de desecho tóxicos del sitio y mejora el suministro de oxígeno a las células dañadas. Como resultado se ayuda a la curación del tejido. Estos resultados se logran mediante procesos químicos en las células que responden a los biofotones, lo que conduce a una producción renovada de energía, adinotrifospato (ATP) y a la mejora de las células dañadas.
Cada paciente y condición médica es única y no todos los pacientes y condiciones responderán a la LLLT de la misma manera. El creciente conjunto de investigaciones más recientes indica que el uso de LLLT puede ayudar a la reparación de tejidos. La LLLT aumenta el suministro de sangre al área afectada y ayuda a la función nerviosa, el colágeno y el tejido muscular y ayuda a promover la cicatrización de heridas y la formación de coágulos.
El láser de pulso combina radiación infrarroja pulsante, luz roja visible y un campo magnético estático que proporcionan efectos terapéuticos sinérgicos. El láser está diseñado para usarse para el manejo del dolor con aplicaciones que incluyen alivio temporal de dolores menores en músculos y articulaciones, artritis leve y espasmos musculares, alivio de la rigidez, promoción de la relajación del tejido muscular y aumento temporal de la circulación sanguínea local.